Land of plenty
Acabo de volver del preestreno de "Tierra de abundancia" de Wim Wenders. Si tuviera que decir qué me ha gustado, diría:
1- El título que describe genial lo que es Estados Unidos. Una tierra enorme que parece derrochar todo lo bueno y lo malo de la Humanidad.
2- La ironía. Hay unos guiños irónicos que rozan el surrealismo.
3- Los actores. Las actuaciones de todos ellos son creíbles, sinceras y sin alardes.
En general, creo que el director logra mostrar de una forma excelente la situación anímica de un país donde algunos viven en un constante estado de paranoia colectiva, mientras otros se preguntan si algo no funciona mal cuando muchas personas celebraron la muerte de 3.000 personas en el 11-S.
Además, Wenders muestra un choque generacional entre un tío y una sobrina: uno vivió Vietnam y el 11-S, la otra sólo ha visto derrumbarse las Torres Gemelas. En la película, se juega con esos dos traumas de los americanos que se han impreso de forma indeleble en su vida cotidiana. Esas heridas han creado un peligro en el seno de la sociedad americana que es la uniformidad de pensamiento fomentada por unos medios totalmente interesados en que todo siga como ahora. Eso lo demuestra el contraste entre la guerra de Irak (con una cobertura enorme) y la extrema pobreza de algunos barrios de Los Ángeles.
Sin embargo, creo que esta película puede impresionar a un americano de Texas, pero no a un europeo, o a un americano que no viva manipulado por la Fox. La película es un poco simple y previsible. El final es el que todo el mundo se imagina desde el cuarto minuto y, eso es algo que resulta insoportable. Además, al principio, el ritmo de la película es lento (quizás por eso me costaba mantener los ojos abiertos).
En definitiva, una película que, por lo menos a mi modo de ver, tendría que pasar sin pena ni gloria De todas formas, puede ser que mi cansancio no me haya dejado apreciar mucho más .
1- El título que describe genial lo que es Estados Unidos. Una tierra enorme que parece derrochar todo lo bueno y lo malo de la Humanidad.
2- La ironía. Hay unos guiños irónicos que rozan el surrealismo.
3- Los actores. Las actuaciones de todos ellos son creíbles, sinceras y sin alardes.
En general, creo que el director logra mostrar de una forma excelente la situación anímica de un país donde algunos viven en un constante estado de paranoia colectiva, mientras otros se preguntan si algo no funciona mal cuando muchas personas celebraron la muerte de 3.000 personas en el 11-S.
Además, Wenders muestra un choque generacional entre un tío y una sobrina: uno vivió Vietnam y el 11-S, la otra sólo ha visto derrumbarse las Torres Gemelas. En la película, se juega con esos dos traumas de los americanos que se han impreso de forma indeleble en su vida cotidiana. Esas heridas han creado un peligro en el seno de la sociedad americana que es la uniformidad de pensamiento fomentada por unos medios totalmente interesados en que todo siga como ahora. Eso lo demuestra el contraste entre la guerra de Irak (con una cobertura enorme) y la extrema pobreza de algunos barrios de Los Ángeles.
Sin embargo, creo que esta película puede impresionar a un americano de Texas, pero no a un europeo, o a un americano que no viva manipulado por la Fox. La película es un poco simple y previsible. El final es el que todo el mundo se imagina desde el cuarto minuto y, eso es algo que resulta insoportable. Además, al principio, el ritmo de la película es lento (quizás por eso me costaba mantener los ojos abiertos).
En definitiva, una película que, por lo menos a mi modo de ver, tendría que pasar sin pena ni gloria De todas formas, puede ser que mi cansancio no me haya dejado apreciar mucho más .
2 comentarios
el postmoderno -
jocker -