Asfixia vs Nana
El último duelo lo ganó Dita Von Teese con 5 votos contra 1 para Bettie. ¿Cómo se resolverá éste?
Dos libros irresistibles y mordaces de Chuck Palahniuk (un licenciado en periodismo que trabajó en una fábrica de contenedores, en una cadena de montaje y como mecánico, y ha acabado convirtiéndose en un bestseller de calidad).
Asfixia
Las mismas leyes que nos mantienen a salvo nos condenan al aburrimiento es una de las frases de este libro que enuncia una gran verdad. Algunos han definido este libro como una patada en la entrepierna para el hombre blanco de nuestra demacrada cultura occidental.
Asfixia narra la historia de Victor Mancini un adicto al sexo que trabaja en un parque temático del siglo XVIII , las rarezas de su madre inestable y la transformación de Denny amigo y compañero de trabajo .
Palahniuk no es políticamente correcto, es incómodo. Dibuja un vacío interior, y unos personajes nihilistas. En definitiva: unos antihéroes. Hombres y mujeres modernos que se convierten en residuos de una sociedad occidental falsamente perfecta.
Nuestra burocracia y nuestras leyes han convertido el mundo en un campo de trabajos limpio y seguro. ¿Qué salida le puede quedar al individuo? Buscar un vicio; una adicción. Leyendo a Palahniuk recuerdo una canción que dice: Theres a hole in our soul that we fill with dope and we are feeling fine. El mundo actual nos condena a una plena insatisfacción. Carecemos de aire fresco que haga funcionar nuestro cerebro, nuestra imaginación se ve asfixiada por la silicona de las casposas de la tele, cuanto más atrofiados estemos, menos peligrosos seremos.
¿Demasiado sexo en este libro? Puede ser, pero es un sexo hilarante. Debo confesar que no me excitaron las escenas aunque fueran explícitas. Por lo contrario, las encontré cómicas. A algunos les cansa tanto sexo. Es cierto que puede resultar repetitivo, pero no creo que sea un error. Justamente, es la vida de un adicto al sexo. Si no lo relatara, no tendríamos una visión completa del Victor y la descripción cojearía.
En definitiva, un relato que no deja indiferente y que muestra a inadaptados, a raros, a adictos y a gallinas deformadas.
Nana
Al principio, no conseguía engancharme. Pero a las pocas páginas, no pude parar hasta acabarlo. Hacía tiempo que no sentía la necesidad de acabar un libro rápidamente.
Sensacionalmente escrito y con una trama curiosa: un periodista (Carl Streator) descubre que una serie de muertes infantiles tienen una causa común. El motivo de las muertes es una mortal nana africana.
A partir del descubrimiento, comienza un peligroso juego: querer ser Dios. El poder de matar, la necesidad de autocontrol y la soledad son algunos de los temas que confluyen en 259 páginas.
Además de la trama inquietante, los personajes que acompañan al protagonista también son raritos: un ecologista extremadamente radical, una joven aficionada al esoterismo, una extraña agente inmobiliaria con ganas de obtener cuotas crecientes de poder. Estos tres personajes formarán una nueva familiar nuclear, un grupo disfuncional hasta extremos aberrantes:
Una vez más, el estilo es cortante: frases breves y pistas a lo largo del libro sobre los personajes. Un ritmo ágil, con idas y vueltas y alusiones que, al final, logran cuadrar el círculo.
A las 20.45 acabé de leer Nana. Estaba tumbada en la cama, pensando en qué toma Chuck para escribir así. ¿Cómo conseguir esa claridad de la estructura narrativa, cómo no perderse en la maraña interior de esos personajes? Sigo dándole vueltas.
Dos libros irresistibles y mordaces de Chuck Palahniuk (un licenciado en periodismo que trabajó en una fábrica de contenedores, en una cadena de montaje y como mecánico, y ha acabado convirtiéndose en un bestseller de calidad).
Asfixia
Las mismas leyes que nos mantienen a salvo nos condenan al aburrimiento es una de las frases de este libro que enuncia una gran verdad. Algunos han definido este libro como una patada en la entrepierna para el hombre blanco de nuestra demacrada cultura occidental.
Asfixia narra la historia de Victor Mancini un adicto al sexo que trabaja en un parque temático del siglo XVIII , las rarezas de su madre inestable y la transformación de Denny amigo y compañero de trabajo .
Palahniuk no es políticamente correcto, es incómodo. Dibuja un vacío interior, y unos personajes nihilistas. En definitiva: unos antihéroes. Hombres y mujeres modernos que se convierten en residuos de una sociedad occidental falsamente perfecta.
Nuestra burocracia y nuestras leyes han convertido el mundo en un campo de trabajos limpio y seguro. ¿Qué salida le puede quedar al individuo? Buscar un vicio; una adicción. Leyendo a Palahniuk recuerdo una canción que dice: Theres a hole in our soul that we fill with dope and we are feeling fine. El mundo actual nos condena a una plena insatisfacción. Carecemos de aire fresco que haga funcionar nuestro cerebro, nuestra imaginación se ve asfixiada por la silicona de las casposas de la tele, cuanto más atrofiados estemos, menos peligrosos seremos.
¿Demasiado sexo en este libro? Puede ser, pero es un sexo hilarante. Debo confesar que no me excitaron las escenas aunque fueran explícitas. Por lo contrario, las encontré cómicas. A algunos les cansa tanto sexo. Es cierto que puede resultar repetitivo, pero no creo que sea un error. Justamente, es la vida de un adicto al sexo. Si no lo relatara, no tendríamos una visión completa del Victor y la descripción cojearía.
En definitiva, un relato que no deja indiferente y que muestra a inadaptados, a raros, a adictos y a gallinas deformadas.
Nana
Al principio, no conseguía engancharme. Pero a las pocas páginas, no pude parar hasta acabarlo. Hacía tiempo que no sentía la necesidad de acabar un libro rápidamente.
Sensacionalmente escrito y con una trama curiosa: un periodista (Carl Streator) descubre que una serie de muertes infantiles tienen una causa común. El motivo de las muertes es una mortal nana africana.
A partir del descubrimiento, comienza un peligroso juego: querer ser Dios. El poder de matar, la necesidad de autocontrol y la soledad son algunos de los temas que confluyen en 259 páginas.
Además de la trama inquietante, los personajes que acompañan al protagonista también son raritos: un ecologista extremadamente radical, una joven aficionada al esoterismo, una extraña agente inmobiliaria con ganas de obtener cuotas crecientes de poder. Estos tres personajes formarán una nueva familiar nuclear, un grupo disfuncional hasta extremos aberrantes:
Una vez más, el estilo es cortante: frases breves y pistas a lo largo del libro sobre los personajes. Un ritmo ágil, con idas y vueltas y alusiones que, al final, logran cuadrar el círculo.
A las 20.45 acabé de leer Nana. Estaba tumbada en la cama, pensando en qué toma Chuck para escribir así. ¿Cómo conseguir esa claridad de la estructura narrativa, cómo no perderse en la maraña interior de esos personajes? Sigo dándole vueltas.
5 comentarios
Pablo Gamo -
Yo de Chuck P. había leído Nana (que me hizo bastante gracia) y bastante seguido cometí el error de leer Diario (una novela). La segunda me defraudo porque me pareció más de lo mismo.
Un salute
Sunes -
Shinkiro -
Andy -
Noel -